Las polillas son una auténtica calamidad para tu guardarropa, sobre todo cuando atacan tus prendas favoritas de fibras naturales como la lana, la cachemira o el lino. Afortunadamente, hay soluciones sencillas y naturales para proteger tu ropa de las polillas. Estos son algunos trucos prácticos para alejar las polillas de tu armario definitivamente.
1. La lavanda: el repelente natural de polillas por excelencia
La lavanda es una de las soluciones más eficaces contra las polillas. Las bolsitas de lavanda seca, colocadas en los cajones o colgadas en el vestidor, desprenden un agradable aroma a la vez que repelen las polillas con su fuerte olor natural. También puedes poner algunas gotas de aceite esencial de lavanda en unos trozos de algodón dentro del armario.
2. El cedro: una protección natural
El cedro es otro repelente natural de polillas. En forma de bloques, bolas o perchas de madera de cedro, protege la ropa desprendiendo un olor que detestan las polillas. También ayuda a absorber la humedad del vestidor, creando un entorno menos favorable para las plagas de insectos.
3. Los aceites esenciales: para aumentar la defensa
Los aceites esenciales —como los de eucalipto, clavo y limón— son muy eficaces para repeler las polillas. Bastarán unas gotas en tiras de tela o en difusores colocados en los rincones de tu vestidor. Además, aportan a tus prendas un agradable aroma fresco y tonificante.
4. Las hojas de laurel: el secreto de las abuelas
Las hojas de laurel son un famoso remedio de la abuela para ahuyentar las polillas. Colocadas en los bolsillos de los abrigos o entre los montones de ropa, desprenden un olor que no les gusta a las polillas. Es una solución natural, económica y fácil de poner en práctica.
5. Limpieza periódica del armario: la clave de la prevención
Un vestuario limpio es esencial para evitar que aparezcan polillas. Es importante quitar el polvo con regularidad, lavar las prendas antes de guardarlas y no dejar ropa sucia tirada por ahí. Acuérdate de aspirar los rincones del armario y de limpiarlo con un paño húmedo y vinagre blanco, que también es un magnífico repelente natural.
6. Almacenamiento fuera de temporada: protege tu ropa
Para la ropa que no te pones con frecuencia, como la de la temporada anterior, es esencial un buen almacenamiento. Utiliza fundas de tela para proteger tus prendas y apuesta por cajas herméticas. Si añades bolsitas de lavanda o bloques de cedro a estas cajas, obtendrás una protección adicional contra las polillas.
7. Utilizar un vaporizador: la solución ideal para eliminar larvas y huevos
Además de alisar la ropa, la vaporeta puede usarse para eliminar las larvas y los huevos de las polillas. El calor del vapor mata las larvas sin dañar las fibras delicadas de la ropa. Pasa periódicamente el vaporizador por tus prendas favoritas no solo para que recuperen la frescura, sino también para protegerlas de estas pequeñas plagas