La seda es un tejido lujoso y delicado que requiere cuidados especiales para una conservación adecuada. Alisar la seda puede ser un proceso complicado, ya que a esta fibra natural le afectan el calor y la humedad. Afortunadamente, con los métodos y herramientas adecuados, es posible eliminar las arrugas sin dañar este precioso tejido. Aquí tienes algunos consejos para planchar la seda con seguridad.
Con un vaporizador a baja temperatura
Una de las formas más seguras de alisar la seda es usar una plancha con vapor. A diferencia de la plancha convencional, que puede causar quemaduras o dejar marcas brillantes, el vapor es suave con la tela. Para alisar bien la seda con un vaporizador, acerca la plancha al tejido y pásalo suavemente por las arrugas.
Planchar con cuidado a muy baja temperatura
Si no tienes un vaporizador a mano, puedes utilizar una plancha, pero ten mucho cuidado. Estos son los pasos que debes seguir: pon la plancha en modo seda o a la temperatura más baja posible. Coloca un paño limpio entre la plancha y el tejido de seda para crear una barrera protectora. Plancha suavemente las arrugas, evitando dejar la plancha inmóvil sobre una zona demasiado tiempo para no quemar la seda.
Colgar la prenda en el baño caliente
Otra técnica sencilla y segura para alisar la seda es colgar la prenda en el cuarto de baño después de darte una ducha caliente. El vapor generado en el baño ayuda a destensar las fibras de seda y a eliminar las arrugas sin contacto directo con el tejido.
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Cuidar el tejido cada día
Para evitar que se arruguen tus prendas de seda, es esencial cuidarlas adecuadamente a diario. Dóblalas con cuidado o cuélgalas en perchas adecuadas para evitar arrugas innecesarias. A la hora de guardarlas, es mejor mantenerlas alejadas de la humedad y de la luz solar directa, que pueden debilitar las fibras.
Precauciones adicionales
- Lavado a mano o limpieza en seco: Cuando laves seda, es preferible lavarla a mano con un detergente suave, o bien llevarla a un profesional para que la limpie en seco.
- No retuerzas nunca la seda: Si necesitas eliminar el exceso de agua tras el lavado, aprieta suavemente el tejido entre dos toallas en lugar de retorcerlo.